Ya desde el antiguo Egipto se recogen crónicas en las que se menciona el potente efecto curativo que el ajo tiene sobre organismo. Civilizaciones como la griega y la romana consideraban al ajo como la “penicilina” de nuestra era moderna.
Esta planta se emplea desde tiempos remotos, no sólo para uso culinario, si no por sus propiedades antisépticas, por ese motivo fue empleado para combatir diversas enfermedades, que por la
falta de higiene de aquellas épocas causaban verdaderos estragos entre la
población, epidemias como el cólera, la peste, las viruelas, enfermedades
venéreas, etc.
Estas propiedades antisépticas son debidas a la allicina, elemento muy activo contra
diversas bacterias como estafilococos, estreptococos, salmonelas y otras
bacterias intestinales, siendo también muy efectiva en la cura de micosis,
los comúnmente llamados hongos.
Tiene efectos diuréticos gracias a las fructosanas y a las
esencias. Es usado como antiséptico pulmonar e intestinal, para eliminar
parásitos intestinales, como un importante aliado contra la hipertensión
arterial y como antirreumático de amplio espectro, principalmente en la gota.
El ajo cocido pierde al 90% de su poder bacteriostático y
bacteriolítico, por lo que su uso terapéutico debe ser siempre crudo.
Como y cuando tomarlo:
Boca y garganta:
Masticar un diente de ajo sobre la zona de la boca afectada,
e ir repitiendo esta operación 2 veces al día. Obviamente ante un flemón y una
caries es obligada la visita al dentista, las consecuencias de este tipo de
problemas dentales si no se tratan pueden ser un verdadero riesgo para la salud.
Para el dolor de garganta, (faringitis, amigdalitis…), por sus propiedades antiinflamatorias y antisépticas hacen del ajo un remedio
alternativo y natural para estos problemas e irritaciones de garganta. En estos casos
masticar de 2 a 3 dientes de ajo crudos. Al momento encontraréis un gran alivio
en el malestar de garganta.
Gripe, catarros de
pecho.
Debido a la capacidad que tiene para aumentar las
secreciones bronquiales, ya que es un buen expectorante, desinfectante y
descongestionante, se recomienda en las primeras fases de los procesos gripales
y por supuesto resulta de una gran ayuda para descongestionar las vías
respiratorias.
La forma de tomarlo es la misma que para el dolor de
garganta.
Infecciones vías
urinarias
Las infecciones en las vías urinarias requieren siempre de
un control médico. Ante los primeros síntomas (escozor al orinar, presión en la
vejiga de la orina, coloración oscura en la orina…) prevenir es la mejor opción
ya que habría que eliminar las bacterias que provocan la infección y la
inflamación de la zona. Este antibiótico natural y poderoso antiinflamatorio es
la mejor ayuda.
Masticar 2 – 3 ajos crudos dos veces al día hasta que
remitan los síntomas, en caso de empeorar acudir sin falta al especialista.
Hipertensión arterial
En este caso estamos hablando de un tema extremadamente
serio, y con el que no debemos frivolizar, ya que un accidente cardiovascular
es algo muy serio.
Ante esta situación debemos tomar conciencia que una píldora
no es un “salvoconducto” para permitirnos ciertas licencias con nuestra dieta.
Como indiqué en un post anterior “Grasa abdominal e hipertensión arterial”, debemos mantener a raya
nuestro volumen de grasa abdominal, limpiar nuestra sangre, y como el ajo es un
potente vasodilatador que provoca una disminución de la presión arterial es muy
recomendable su uso en este caso concreto. Como nos referimos a un problema de
largo recorrido lo recomendable es comer ajo crudo regularmente, pero con
precaución en estos casos (*).
Para eliminar
verrugas
Consultar el post “Eliminar verrugas con ajo”
Estreñimiento:
Aconsejo consultar el post “Estreñimiento soluciones”.
El ajo desinfecta y limpia el aparato digestivo en general,
necesario en los casos de estreñimiento, además tiene un efecto laxante que por
supuesto en estos casos es lo más necesario.
Consumir 2 -3 ajos crudos 2 veces al día hasta regular el
transito intestinal, pues aconsejo leer el post que os menciono para conseguir
corregir este problema.
(*) EFECTOS SECUNDARIOS:
Ingeridos en grandes cantidades pueden provocar problemas
digestivos, en caso de acidez de estomago tomarlos con precaución (consulta con
tu medico). Durante el embarazo, la lactancia y en niños pequeños, tomarlo con
moderación.
No ingerir en caso de hemorragias traumáticas, periodos de
cicatrización ó durante el periodo menstrual. Una de su propiedades
fluidificantes puede impedir los procesos de coagulación.
TRUCOS PARA COMER AJOS CRUDOS:
Envolver los
dientes de ajo picados en una pequeña loncha de jamón cocido a modo de rollito
de primavera y masticar lentamente para que el ajo haga su efecto.
Poner los ajos
entre dos rebanadas de pan finas con un chorrito de aceite de oliva y un
poquito de sal.
Poner en una
tortita de arroz y uno huevo cocido con los ajos troceados, añadiendo un
poquito de aceite y sal.
Para evitar el olor a ajo en la boca después de comerlo, masticar unos granos de café, tomar un café o masticar manzana.
Para evitar el olor a ajo en la boca después de comerlo, masticar unos granos de café, tomar un café o masticar manzana.
(EN LOS CASOS DE AFECCIONES BUCALES HAY QUE MASTICARLO
DIRECTAMENTE), DE HECHO LO IDEAL ES ACOSTUMBRARSE POCO A POCO HASTA PODER
COMERSELO SÓLO.
Sus aplicaciones curativas son muchas, este es sólo un resumen.
El ajo es nuestro mejor antibiótico natural para muchos de los problemas cotidianos que sufrimos en muchas ocasiones por no llevar una dieta y un estilo de vida adecuado
Para evitar el olor a ajo en la boca después de comerlo, hay que quitarle el germen al diente de ajo.
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