Esta receta de croquetas es muy original, para mi son la
mejores croquetas que he probado en mi vida, cuestión de familia supongo, pero
os aseguro que no se parecen a la típicas croquetas con bechamel y tropezones a
las que estamos acostumbrados.
Su elaboración es diferente y su textura también.
Recetas como estas no son muy comunes y merece la pena
probarlas, espero que os gusten.
Ingredientes, número de croquetas, dependiendo del tamaño
que las hagas:
2 Pechugas de pollo.
2 Tomates.
1 Cebolla grande.
1 Rama de canela.
2 Hojas de laurel grandes.
½ Cabeza de ajos.
½ Vasito de Coñac.
Nuez moscada en polvo.
Sal.
Leche.
Harina.
Huevos
Preparación:
Lavar y trocear en dos mitades los tomates.
Pelar la cebolla y los ajos, la cebolla la partimos en
cuatro partes, y los dientes de ajo los dejamos pelados y enteros.
En una cazuela de barro o en una antiadherente (sin teflón),
ponemos a pochar a fuego lento la cebolla y los ajos, cuando empiecen a estar
un poquito dorados añadimos los tomates, las hojas de laurel y la rama de
canela.
Pasados unos minutos añadimos las pechugas bien abiertas
para que se cuezan bien, y tapamos la cazuela para que se hagan lentamente, vamos vigilando y les damos al
vuelta de vez en cuando.
Cuando las pechugas ya estén prácticamente hechas rociamos
todo con un chorrito de coñac por encima (a mi me gusta echar un chorrito por
encima de toda la cazuela, lo de la cantidad es muy personal, pensad que esta
receta es de las antiguas, que como digo siempre no se basan en medidas
exactas).
A continuación no dejéis que pase mucho tiempo, lo justo
para que se evapore el coñac, y entonces cubrir todo con medio vaso de agua,
rectificar con sal al gusto, y dejar que hierva a fuego medio tirando a fuego
lento hasta que el caldo se haya reducido.
Cuando esté hecho, separar las pechugas del resto de
ingredientes, desechar la rama de canela, el resto pasarlo por la batidora y
hacer un puré. (reservar)
Las pechugas pasarlas por la picadora.
En la misma cazuela donde se han cocinado todo los
ingredientes, poner el puré junto con las pechugas picadas a fuego lento, y
ahora es cuando vamos ha hacer la masa.
Cubrimos esta mezcla con leche y removemos, lentamente vamos
echando harina y removemos sin parar con una cuchara de madera para que no se
nos hagan grumos, espolvoreamos con moderación la nuez moscada y corregimos con
un poquito de sal, seguimos removiendo sin para, y vamos probando la masa
resultante para comprobar el punto de sal y de nuez moscada, rectificamos a
nuestro gusto, seguimos removiendo, seguiremos incorporando chorritos de leche
alternando con la harina sin dejar de remover hasta que la textura espesa y el
sabor se ajuste a nuestras preferencias y a la cantidad de croquetas que
queramos ( a mayor cantidad de leche y harina, obviamente mayor cantidad de
croquetas), esta receta ya os informo es para una gran cantidad de croquetas.
Cuando la masa esté espesa y a nuestro gusto, la retiramos
del fuego, y la dejamos enfriar.
Pasado ese tiempo batimos los huevos para rebozar y
preparamos un recipiente con harina blanca.
Nos enharinamos bien las manos y vamos cogiendo porciones de
la masa dándole la forma de la croqueta, la pasamos por el recipiente de la
harina, y la ponemos en una bandeja, repetimos la misma operación hasta
terminar con toda la masa y por último tendremos preparada una sartén con
abundante aceite caliente. Vamos pasando las croquetas por el huevo batido y
las vamos dorando con cuidado que no se quemen, el rebozado se dora muy rápido.
Con una espumadera o un tenedor las vamos retirando del
fuego con cuidado.
SUGERENCIA:
Para que no sea tan pesado, yo aconsejo preparar las
pechugas el día anterior, y hacer las croquetas al día siguiente, el sabor es
más intenso y no te pasas tanto tiempo en la cocina.
También se pueden hacer estas croquetas de la misma forma
pero con los restos de un guiso de ternera o de cualquier otro tipo de carne,
que te hayan sobrado y quieras aprovechar.
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