Si os apetece cocinar unos callos caseros, con el sabor de las tapas del bar, esta es la receta.
Es fácil de hacer, porque como casi siempre las cosas que más nos gustan son las más sencillas.
El resultado son unos callos picantones, con una gelatina riquísima con el sabor del chorizo y el jamón.
¡Están para chuparse los dedos!...
Ingredientes:
1 kg de callos (variados de ternera y cordero)
100g. chorizo picante.
1 hueso de jamón.
1 pimiento rojo grande.
1 guindilla.
1 cebolla.
4 dientes de ajo.
Elaboración:
Picar la cebolla y los ajos con la batidora.
Cortar el chorizo a trocitos.
Cortar el pimiento a tiras finas.
Poner una cazuela con aceite al fuego, cuando el aceite esté
caliente, echar la cebolla y el ajo picados, el hueso de jamón, el chorizo
hecho trocitos y el pimiento cortados a tiras finas.
Dorar todos estos ingredientes.
Añadir los callos muy bien lavados cortados a trocitos y la
guindilla.
Remover y dorar sólo unos minutos.
Echar agua caliente hasta cubrir los callos, tapar, y dejar
cocer a fuego medio bajo hasta que el caldo quede reducido a la textura de
salsa.
Apartar del fuego y dejar reposar unos minutos para que
cuaje la gelatina de la salsa.
Servir tibios.
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