martes, 15 de enero de 2013

Miel, legislación y consumo


Hay un tema sobre consumo al que hace tiempo le vengo dando vueltas, a raíz de mi experiencia en una gran superficie comprando un tarro de miel.
Como hago habitualmente, me puse las gafas para leer con atención la procedencia de la miel, y toda la información que yo creía imprescindible para decidirme a comprarla, (os recomiendo que si no lo hacéis ya, empecéis a leer las etiquetas de los productos antes de comprarlos, os llevaréis más de una sorpresa). Bueno, pues como iba diciendo, al leer la etiqueta me percaté de lo engañosa que era.
Primero decía algo así, como que se trataba de una empresa francesa con una larga tradición apícola, para después al leer con más atención comprobar como se trataba de una mezcla de mieles sin especificar su origen, es decir, se suponía que eran apicultores pero la miel no era suya.
La repuesta a este enigma se llama, China.
En la actualidad se están vendiendo mieles con envases engañosos de marcas que aparentemente las hemos oído de toda la vida, y resulta que a la hora de la verdad nos dan gato por liebre.
Os adjunto un extracto de una pregunta ante el Parlamento Europeo por parte del Grupo de la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa.

“Según los últimos datos disponibles del año 2010, las importaciones de miel en el Estado español procedente de China se situaron alrededor de las 11 000 toneladas. Actualmente, se están produciendo en el Estado español unas 30 000 toneladas anuales de miel, siendo uno de los principales productores europeos. Los altos estándares de seguridad alimentaria de trazabilidad, fitosanitarios y de pesticidas que se exige a los productores europeos de miel hacen que el mismo producto sea, en términos de costes económicos, más altos que en otros países, con las consecuencias que esto acarrea en el sector.

En los años 2003 y 2004, la Comisión Europea tuvo que cerrar el mercado europeo de la importación de miel procedente de China por el incumplimiento de las Directivas 97/78/EC y 95/53/EC. Eso fue debido a los residuos procedentes del uso de antibióticos prohibidos en la legislación europea. La UE tiene un déficit de miel que llega aproximadamente al 45 % del mercado, convirtiéndose así, en el principal mercado para la importación de miel.”

La información facilitada por AVA-ASAJA (Asociación Valenciana de Agricultores) nos recuerda que la Comisión Europea (CE) se vio obligada a prohibir durante casi dos años (2003 y 2004) las importaciones de mieles chinas debido a los constantes problemas de presencia de residuos de antibióticos prohibidos en la UE. Tras aquel veto, el ejecutivo comunitario dejó en manos de las propias autoridades chinas los controles y la expedición de los nuevos certificados para acreditar la seguridad de sus envíos.
Por todo ello y para evitar mayores riesgos, la organización agraria recomienda a los consumidores estar atentos a la procedencia especificada en el etiquetado, huir de las mieles a precios reventados o de las que se especifique que son ‘mezcla de mieles’ (especialmente de las mezclas ‘no originarias de la CE’  o de las ‘originarias y no originarias de la CE’) y buscar tarros que concreten claramente su procedencia española.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario