Los supplí es un plato típico de Roma. Vendrían a ser una especie de croquetas de arroz que en el interior llevan salsa, carne picada y pedacitos de mozzarella. Con dos o tres de estas croquetas puedes perfectamente solventar una comida. Vale la pena cocinarlas, ya que comerlas es todo un placer, sobre todo calentitas y con el corazón de mozzarella fundido.
Ingredientes:
600g. de arroz.
3 yemas de huevo.
Queso de Parma rallado.
Aceite.
1 zanahoria.
1 cebolla.
1 rama de apio.
1 diente de ajo.
300g. de carne de ternera picada.
Perejil.
Sal y pimienta.
1 vaso de vino blanco seco.
1 kg. de tomates pelados.
Queso mozzarella.
Pan rallado.
Elaboración:
Cocer en abundante agua hirviendo y ligeramente salada el
arroz, y retirarlo cuando aún esté un poco entero. Antes se habrá preparado una
salsa de carne estilo boloñesa: Para hacer la salsa dorar la zanahoria, la
cebolla, el apio y el ajo (todos estos ingrediente cortados muy pequeños).
Añadir la carne picada, un puñado de perejil picado, sal y pimienta; añadir el
vaso de vino blanco seco; por último, cuando el vino se ha consumido,
incorporar los tomates pelados, mantener a fuego lento 1 hora y media
aproximadamente.
Ahora que ya está lista la salsa de carne y, por otro el
arroz. Poner el arroz en una bandeja amplia, verter encima del arroz la salsa,
a través de un colador, de forma que la carne y las verduras queden en el
colador (reservar la carne y las verduras en el mismo colador) . Añadir al
arroz tres yemas de huevo batidas y un puñado de queso de Parma rallado,
mezclar todo cuidadosamente y dejar reposar la mezcla, un par de horas. Pasado
este tiempo se preparan los supplí
con las manos. Se toma cada vez el equivalente a dos cucharadas de arroz (según
el tamaño que se desee obtener), en el centro se coloca una cucharadita de la
carne mezclada con las verduras, que habrán quedado en el colador, poner
también dos o tres pedacitos de mozzarella,
que hay que tener preparados en un plato cerca de nosotros. Dar la forma al supplí en torno a este relleno central,
dar una forma ovalada parecida a una croqueta, pasar por pan rallado y freír en
una sartén alta, con abundante aceite hirviendo. Freír bastante deprisa, ya que
es mejor comerlos calientes
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