Hoy quisiera recomendar un producto 100% natural, de los pocos realmente puros, que posee muchas cualidades, tanto estéticas como terapéuticas.
La información que a continuación os paso proviene de EL MANANTIAL DE LA SALUD lugar que ya he recomendado en anteriores ocasiones, y que garantiza una calidad y pureza en sus productos difícil de encontrar.
La Manteca de Karité es un aceite extraído de las semillas
conocidas como “nuez de sea”.
Una de las propiedades de la manteca de karité es de
mantener una piel joven al estimular el tejido y al ayudar a la piel a que
produzca su propio colágeno.
La manteca de karité ha sido usada durante miles de años
para aliviar, curar enfermedades de la piel y el cuero cabelludo,
decoloraciones de la piel, cicatrices y arrugas, relajante muscular, como
analgésico para hinchazones y artritis y como filtro solar.
Los ácidos grasos de la manteca de karité son indispensables
para hidratar y retener la elasticidad de la piel; al reconstruir la falta de
grasa de las células epidérmicas, de esta forma da a la piel todos los
elementos necesarios para mantener su equilibrio. Es un excepcional agente
suavizante y un excelente producto por sí mismo.
Observaciones clínicas:
aumenta la circulación capilar que su vez incrementa la oxigenación del tejido
mejorando la eliminación de residuos (tóxicos) metabólicos.
Aplicación:
derretirla en el hueco de la mano antes de su utilización.
Usos:
Nutriente muy eficaz para pieles secas (codos, rodillas,
talones, etc.), pieles sensibles y en general para todo el cuerpo.
Equilibra el agua de la piel.
Ideal anti estrías y reafirmante.
Protector ante el frio, rayos solare y agentes externos.
Suaviza el cuero cabelludo.
Muy efectiva como crema para masajes.
Utilizada en verano y en invierno
Para los recién nacidos:
la piel del bebé necesita mucho cuidado; la Manteca de karité tiene la
riqueza para cuidar y proteger su débil piel. Utilizada ya en muchas
maternidades.
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