viernes, 2 de noviembre de 2012

Buñuelos de cuaresma


Primera receta:

Ingredientes:

2 huevos
una tacita de leche por huevo
una tacita de azúcar por huevo
una tacita de aguardiente+aceite por huevo (mitad y mitad)
2 gaseosas de papel
De 350 a 400 grs. de harina

Separar las claras de los huevos y batirlas a punto de nieve, añadir el azúcar, seguir batiendo. Añadir las yemas, batir, la leche y un sobre de gaseosas mezclado los dos sobrecitos, batir. Añadir el anís con el aceite y la otra gaseosa también mezclada.
Ir echando la harina hasta formar una masa tierna.
Extender un paño de algodón y espolvorear de harina, echar allí la masa y moverla con el paño de un lado a otro para que se reboce de harina por todos lados.
Hacer las bolitas del tamaño que se quiera, prepararlas para después freírlas, algunas se pueden hacer más grandes con un agujero en medio.
Preparar la sartén o cazo, algún utensilio hondo y amplio para que naden en él y no se peguen unos con otros. Disponer también tres fuentes, en una un papel absorbente de cocina, otra con azúcar y canela y por último otra más grande también con papel absorbente.
Calentar el aceite con la temperatura de fritura (caliente pero que no humee) ir echando las bolitas dentro y ellas solas se irán dando la vuelta, si no lo hicieran ayudarlas con un tenedor dándole un toquecito. Se irán hinchando hasta triplicarse o más. Ir sacando los buñuelos a la primera fuente y de allí se pasan a la otra para rebozarlas con el azúcar y ya se disponen un la última fuente.

Segunda receta:

100g de azúcar
1 Cucharada de canela
25g de levadura
3 Cucharadas de leche
3 Huevos
3 Cucharadas de aceite
3 Cucharadas de anís
La ralladura de un limón
Un pellizco de sal
300g de harina

Preparación:


Mezclar todos los ingredientes con una batidora de varillas hasta que quede una masa homogénea.
Dejar en reposo la masa durante 5 horas tapada con papel de cocina o un trapo.
Hacer bolas con la masa y freír en abundante aceite ya caliente.
Tercera receta:

Ingredientes:
50 grs. de mantequilla
15 grs. de azúcar
2 dl de agua
150 grs. de harina
4 huevos
1 cucharadita de levadura
1 cucharadita de brandy
Aceite para freír
Azúcar para rebozarlos

Elaboración:

Ponemos el azúcar, la mantequilla, el agua y el brandy en un cazo. Todo esto junto se pone a cocer y cuando hierve se echa de una vez la harina y, sin retirar del fuego, se da
vueltas con una cuchara de madera hasta que la masa se desprenda del cazo.
Se retira del fuego y se deja que se vaya enfriando. Cuando la masa está templada, se le incorporan los huevos, de uno en uno. Cada huevo tiene que quedar bien mezclado a la masa echarlos de uno en uno. A continuación se le agrega la levadura y se mezcla.
Se deja reposar esta masa durante un par de horas.
Se pone el aceite a calentar en una sartén honda; cuando aún no está muy caliente, se separa del fuego y se echan unos montoncitos de masa con la ayuda de una cuchara de las de café y empujándolos hacia el aceite con el dedo para que los buñuelos adquieran una bonita forma. Se les tiene un rato con la sartén apartada del fuego para que se inflen y suban a la superficie del aceite.
Entonces se vuelve a poner la sartén al fuego hasta que los buñuelos estén doraditos.
Se sacan con una espumadera y se dejan escurrir en un colador grande. El secreto del éxito de estos buñuelos está en la manera de freírlos, para que se hinchen bien y no quede la masa cruda en el centro.
Se pueden servir así, templados o fríos, espolvoreados con azúcar glass, rellenos de crema o nata, etc.
Consumir el mismo día de su elaboración o como máximo el día siguiente.

Cuarta receta:

Ingredientes (4 personas)

200 gramos de harina.
100 gramos de azúcar.
2 huevos.
Mantequilla.
1/2 sobre de levadura.
1/2 vaso pequeño de vino blanco o una cucharada de brandy.
Ralladura de limón.
Aceite de oliva.
Sal.

Preparación:

Verter en un bol los huevos, la ralladura de limón, media cucharada de mantequilla, el azúcar, la ralladura de limón y una pizca de sal y remover, mezclándolo todo bien.

Mezclar aparte la harina y la levadura.

Agregar ahora la levadura y la harina al bol, vertiendo a su vez el vino blanco, o en su caso el brandy. Mezclar de nuevo asegurándonos de que no queden grumos y de que la masa adquiere consistencia.

Ir friendo en aceite abundante y en una sartén profunda por medio de cucharadas, procurando no coger mucha masa para que la forma sea lo más redonda posible.

Cuando ya adquieran un sabroso color dorado en toda su superficie sacar de la sartén.

Dejarlos escurrir sobre servilletas de papel y luego pasarlos a una fuente y pasarlos por azúcar.


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