jueves, 31 de enero de 2013

Salsa de tomate casera natural y en conserva



Hacer una buena salsa de tomate marca la diferencia en cualquier receta. Estamos habituados a comprarla hecha, o en su defecto, casi siempre por falta de tiempo, la hacemos poco elaborada.
Esta receta nos enseña lo que es una buena salsa de tomate, elaborada y exquisita. Hacerla lleva su tiempo, pero el resultado merece el pequeño esfuerzo.
Como no necesariamente la tenemos que consumir en la misma semana, os paso la manera de guardarla en conserva, de esta forma la podremos mantener en optimas condiciones al menos varios meses.
Os animo a hacerla, merece la pena.

Ingredientes:

4 kg. de tomates frescos.
1 taza de aceite de oliva.
2 cebollas grandes, peladas y picadas.
2 zanahorias grandes, peladas y troceadas.
4 ramas grandes de apio, troceadas.
1 cucharadita de azúcar.
1 cucharadita o más de sal.

Elaboración:

En una olla grande poner los tomates troceados. Se cocerán en su propio jugo. Tapar la olla y llevar a la ebullición. Dejar el fuego al mínimo, tapar parcialmente la olla y cocer 1 ½ horas. Pasado ese tiempo, retirar y dejar enfriar un rato.
Pasar esta salsa por el pasapurés, desechando las pieles y las semillas.
Aprovechar la misma olla, lavada y seca y calentar en ella el aceite a fuego medio-alto. Dorar la cebolla hasta que tenga un aspecto blando y transparente. (de 5-7 minutos).
Incorporar la zanahoria y el apio, dejar cocer otros 7-10 minutos, sin dejar de remover, hasta que las verduras empiecen a ablandarse.
A esta mezcla, añadir el puré de tomate que teníamos reservado y el azúcar. Tapar la olla y llevar a la ebullición. Bajar el fuego al mínimo y cocer otras 2 o 2 ½  horas. La salsa tiene que espesar.
Pasar la salsa por la batidora y luego por el pasapurés. Sazonar. La salsa se puede mantener en el refrigerador durante una semana.

Para hacerla en conserva:

Esterilizar en el lavavajillas cuatro recipientes de vidrio, con tapas que enrosquen perfectamente. Si no tenéis lavavajillas lavarlos con agua caliente jabonosa, secarlos y echar agua hirviendo por encima. Secarlos bien.
Llenar los recipientes con la salsa, tapar bien y enroscar lo más fuerte posible.
Poner agua a hervir en una olla grande y colocar en el fondo una rejilla. Poner los cuatro botes de vidrio con la salsa sobre la rejilla, deben estar completamente sumergidos en el agua hirviendo.
Dejar que hiervan lentamente y con el fuego al mínimo unos 15-18 minutos. Pasado este tiempo, retirar de la olla y ponerlos a enfriar. Dejar en un lugar fresco y oscuro.
El tiempo de conserva es de varios meses.

Nota:

Si no se disponen de tomates frescos, se pueden sustituir por tomates enteros de lata de buena calidad. En este caso los pasamos por la batidora hasta conseguir un puré y luego los pasamos por el pasapurés. Reservamos, y continuamos en el paso en el que sofreímos la cebolla y a partir de ahí seguimos el proceso de la receta completa. 

Mazapán de limón



La receta del mazapán de limón es originaria de los judíos griegos, este es un dulce típico de la cocina judía. El sabor de la cocina mediterránea es inconfundible, y espero poco a poco ir publicando esas recetas casi desconocidas, hechas con los ingredientes más sanos y saludables.


Elaboración:

Para elaborar esta variedad de mazapán consultar la receta de mazapán ya publicada, y además debemos rallar la corteza de 10 limones con la parte de los agujeros más grandes del rallador. En un bol con agua fría sumergir las ralladuras hasta cubrirlas por completo. Dejar en remojo 2 días, cambiando el agua de vez en cuando. Al tercer día, escurrir y poner de nuevo en una cazuela con agua suficiente para que la cubra. Poner a fuego muy lento para dejar que se ablande. A continuación, escurrir y mezclar con las almendras molidas, a mano o en el túrmix, hasta lograr una buena masa. En esta ocasión a diferencia de la otra receta de mazapán no se deben emplear pistachos ni cualquier otro fruto seco que no sea la almendra para hacer el mazapán de limón.
Ahora procederemos a seguir los pasos de la receta anterior del mazapán, y ya tendremos un deliciosa y especial variedad de limón.


miércoles, 30 de enero de 2013

Mazapán o almendrada

El mazapán no sólo se puede hacer con almendras, sino que también podéis hacerlos con pistachos (en ese caso adquieren un color verde claro muy exótico), con nueces o avellanas.
El sabor resulta sorprendente para los que los prueban por primera vez.


Ingredientes:

2 tazas de azúcar.
1 taza de agua fría.
3 tazas de almendras.
1 ½ cucharadas de agua de rosas (*).
Azúcar glas.

Elaboración:

Verter 1 taza de agua fría en una cazuela, y disolver en ella el azúcar. Llevar a ebullición y cocer 15 minutos o hasta que al almíbar resultante se adhiera a la cuchara.
Moler las almendras.
Pasado el tiempo correspondiente, retirar el almíbar del fuego, añadir las almendras molidas junto al agua de rosas, dejar enfriar. Al reposar la mezcla absorberá el almíbar y se convertirá en una pasta pegajosa.
Verter este mazapán sobre una superficie lisa o una encimera de mármol frio, y amasar unos minutos. Hacer un rollo con la masa en forma cilíndrica y cortar haciendo unas bolas. Pasar estas bolitas por azúcar glas.
Dejar reposar 24 horas antes de servir.

(*) Agua de rosas.
El agua de rosas para cocinar, basicamente para repostería, se usa habitualmente en la cocina judía y arabe, se puede adquirir sobre todo en herboristerías y tiendas de dietética.

Bollos de pan con queso

La cocina sefardí es una gran desconocida, y de ella hemos heredado magnificas recetas, que quizás injustamente no han recibido el reconocimiento que se merecen.
Hoy me gustaría compartir con vosotros esta facilísima receta de bollos con queso, perfecta para aprovechar el pan seco del día anterior y de paso chuparse los dedos con bollos recién salidos del horno.


Ingredientes:

6 tazas de migas de pan blanco del día anterior
Agua fría
5 huevos granes
¼ taza de aceite
1 ½ tazas de queso rallado de oveja (es mejor rallar una cuña en casa).
400g. de queso blanco fresco.
2 vasos de harina.

Elaboración:

Precalentar el horno a 180ºC.
Desmigar bien el pan, ponerlo en agua para ablandarlo unos 3 minutos. Escurrir.
En un bol poner el pan junto con el resto de los ingredientes. Mezclar bien. Disponer cerca un recipiente con agua fría. Mojarse la manos, y hacer las bolas de pan. Tener preparadas dos bandejas de horno antiadherentes o cubiertas con papel para hornear. Poner las bolas de masa en la bandeja del horno, con una espátula aplanarlas un poco.
Cocer los bollos 30 minutos, o hasta que estén dorados.
Servir calientes o templaditos.
Nota:
Los bollos de queso van muy bien como aperitivo o acompañados de una ensalada junto a un buen vino blanco.

martes, 29 de enero de 2013

Panecillos dulces rellenos de chocolate


Si queréis disfrutar de auténticos "bollycaos" de panadería, esta es la receta más buena que podéis probar, nada que ver con lo que compráis fuera. Estos panecillos dulces caseros son lo mas bueno del mundo. Cuando al abrirlos sale la crema de chocolate calentita no os podréis conformar con probar solo uno. 

Ingredientes:

250g. harina de fuerza.
2 cucharadas soperas de mantequilla.
½ cucharadita de sal.
2 cucharadas soperas de azúcar.
4g. levadura seca activa. = (2,6g. lavadura instantánea de panadero).
2 huevos batidos.
3 cucharadas soperas de leche.
50g. de chocolate negro para repostería.

Decoración:

Cacao en polvo.
Azúcar glas.

Elaboración:

Verter la harina en un bol grande. Añadir la sal, el azúcar y la levadura seca. Echar la mantequilla y mezclar bien con los dedos hasta que los ingredientes adquieran la textura de migas de pan finas. Incorporar los huevos batidos y la suficiente cantidad de leche tibia para conseguir una masa suave.
Amasar bien sobre una mesa de trabajo enharinada durante 5 minutos hasta comprobar que la masa parece suave y elástica. Volver a colocar la masa en el bol, cubrir con papel film, y dejar reposar en un lugar templado. Esperar 1 hora hasta que doble su tamaño.
Pasado ese tiempo, colocamos la masa de nuevo sobre la mesa de trabajo enharinada. Amasar bien, y cortarla en 6 piezas. Cortar el chocolate en 6 trozos también. Amasar con el rodillo una de las piezas y darle la forma de un rectángulo de 7 x 10 cm, ponerle encima una de las piezas de chocolate, envolver la pieza de chocolate con la masa, y colocarla en un molde (10 x 5,5 x 3,5 cm) para panecillos, ya engrasado y enharinado, (si no se dispone de este tipo de molde, darle la forma de bollito alargado y con cuidado colocar cada pieza en una bandeja forrada con papel de horno).
Repetir la operación con el resto de las piezas.
Colocar los moldes o los bollitos en la bandeja del horno y cubrirlos con papel film, dejar reposar en un lugar templado 40 minutos, hasta que haya crecido lo suficiente, o en el caso de que estén dentro de los moldes, hasta que la masa haya alcanzado el borde de los mismos.
Modelo de bandeja para panecillos
Pasado este tiempo retirar el papel film, cocinar en el horno precalentado a 200ºC, entre 12 a 15 minutos hasta que los panecillos hayan subido lo suficiente, adquieran el esperado tono doradito, o  cuando al tocarlos con las puntas de los dedos notemos como la superficie parece estar ligeramente hueca.
Sacar los panecillos del horno, retirar con cuidado la masa sobrante del borde de los moldes con una espátula o cuchillo pequeño. Dejar enfriar sobre una rejilla. Cuando estén templados sacar de los moldes y espolvorear con el cacao en polvo y el azúcar glas.

NOTA: Para no complicarse con la levadura, usar levadura de panadero instantánea como la que comercializa la marca Maizena.

Si os gusta este tipo de pan dulce con chocolate ver entrada pan dulde rellenos de chocolate (espiral de chocolate y nueces de pecan)


lunes, 28 de enero de 2013

Tarta de acelgas



Tarta de acelgas, apta para dietas vegetarianas, y para los que quieren disfrutar de una buena tarta sin preocuparse en exceso por las calorias. También se pueden sustituir las acelgas por espinacas. No penséis que por tratarse de una tarta de verduras no está tan buena como con otro tipo de relleno. Probarla  que os sorprenderá. Además he probado el método de la masa quebrada solo pinchándola y me ha funcionado muy bien.

Ingredientes:

300g. de harina.
150g. de mantequilla.
1 huevo.
2 cucharadas soperas de agua.
1 pizca de sal.
1 cucharadita de mantequilla.

Para el relleno:

1 kg. de hojas de acelga.
2 cucharadas de mantequilla.
2 dientes de ajo.
1 manojo de perejil.
Sal y pimienta.

Elaboración:

Lavar las acelgas y ponerlas a hervir 10 minutos en agua con sal.
Escurrirlas y acabar de extraer el caldo envolviéndolas en un paño y apretado bien. Una vez bien escurridas las trocearemos.
En una mesa de trabajo formar un volcán con la harina. Cascar el huevo en el centro, añadir la sal y la mantequilla reblandecida y cortada a trocitos. Amasar la mezcla y formar una bola; agregar el agua para que ligue mejor, tapar con un paño y dejar reposar 15 minutos.
Derretir en una sartén la dos cucharadas de mantequilla, añadir las hojas de acelgas escurridas y cortadas, el ajo y el perejil picados; salpimentar y sofreír unos 5 minutos.
Untar con mantequilla y enharinar un molde para tartas. Extender la pasta con un rodillo hasta que tenga 4 milímetros de grosor. Forrar el molde con la masa, pinchar el fondo con un tenedor.
Colocar el relleno de las acelgas dentro de la tarta, repartir bien. Cocer en el horno a 180ºC una media hora.
Retirar del horno y esperar unos minutos antes de desmoldar. Desmoldar con mucho cuidado para impedir que se rompa.